Para acortar las
distancias entre tu mirada y la mía invento palabras que ensanchen
tu sonrisa y así poder nadar entre las salvajes olas que me agitan
cuando consigo estar a tu lado.
Me falta la brisa de tus manos, la
saliva lasciva de tu boca y esa caricia que me transformara en un ser
alado sin alas pero ingrávido.
Tan solo dos metros nos separan,
distancia que mi piel cada día estrecha para sentir tu cuerpo como
un quejido, una extraña obra de arte a la que mis sentimientos se
sienten atraídos y heridos.
Si pudiera alargar mi brazo y acariciar
tu mano entre ese corto recorrido inalcanzable...
Si pudiera alentar el
vuelo de la imaginación para recorrer tu cuerpo y darle forma junto
al mío...
Isabel Martínez Pita
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