Lo digo en voz baja y con la boca pequeña, los hilos que me atan a la vida están pendientes de las sonrisas de aquellos que se encuentran en el territorio que habito. Cómo puedo merecer tanto amor. No podré nunca desdeñar mi existencia, habiendo visto en las lágrimas de un amigo el alma derramándose para dibujar océanos y mecerse los peces en sus fortuitos encuentros. Ayer tuvo su pasado y ahora es el pasaporte del mañana, billete libre de cargas esperando que le llene de colores para justificar el viaje que le hace feliz a quien quiera encontrarse ….conmigo… a mi lado…en mi hombro…complaciente …deseando construir.
miércoles, 14 de marzo de 2012
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