La riqueza de mi alma no me la quitas tú, el destello de mi mirada cuando ama no eres tú capaz de borrar. El placer de acariciar y con las manos dar forma a mis sentimientos más recónditos y secretos tú no me lo arrebatas.
El beso que en el aire permanece dando aliento a aquellos que me sonríen tan solo por el hecho de reconocer nuestra soledad compartida, eso tú no sabes ni lo que es.
Atesoro corazones para alimentar el mío y cuanta más bondad encuentro mi piel se hace más frágil y mis ojos más tiernos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario