No quiero seguir pensando en ti y sin pensar que mi cuerpo se agota y mi cerebro abrevia los pensamientos hasta hacerlos anécdotas. No quiero pensar en ti por intentar obviar tantos paisajes que llenaron tu nombre hasta hacer de cada una de las letras nostalgia, colores y sabores que impregnaron mi piel para convertirla en tu aliada. No quiero renunciar a tu sonrisa que abre los horizontes como lo hace las mañanas. No quiero prescindir de ti porque si hoy es hoy tú eres el mañana.
domingo, 7 de agosto de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario